Trilogía de Fuego Sarah Lark
La Estación de las Flores en llamas.
La Estación de las Flores en llamas.
Hace unas navidades llegó a mis manos, como regalo, mi primero libro de Sarah Lark. Esta autora alemana, afincada en España, la cual cuenta con tres trilogías y una saga, me enamoró con el libro "La Estación de las Flores en llamas". La trama comienza en dos lugares muy alejados, Alemania y Nueva Zelanda.
Sus personajes Ida, Karl, Cat, Jane y Chris, los cuales comienzan siendo unos niños, crecen a lo largo de la misma de la novela, desarrollan carácter, valentía y afán de luchar por lo que se quiere.
En esta novela, encontramos datos históricos muy interesantes, que la escritora nos confirma al final del propio libro. Las descripciones sobre los animales y el pueblo maori, hacen que tengas que entrar en Internet para saber más y ver con tus propios ojos un kiwi.
Los paisajes, los sentimientos y las circunstancias de los personajes, descritas por la autora, hacen que llegues a sentir el frío de Karl, mientras quita la nieve de su vecina o la felicidad de Cat al sentirse en una familia; sentir la arena de las paradisíacas playas con Ida y sus sentimientos encontrados o Jane, quién como un pez fuera del agua, se desarrolla profesionalmente, sin ser valorada.
El rumor de la caracola.
Los Maories son un pueblo que ama la naturaleza, considera sagrada la tierra y a cuantos seres habitan en ella. A la llegada de los europeos, los Maories comienzan a compartir sus territorios; los inmigrantes, por su parte, se van apropiando de los mismos mediante la compra y la expropiación. Frente a este dato, tenemos que considerar que para el pueblo maori de la época, la idea de comprar o vender tierra, era algo que se les escapaba, no consideraban la tierra como pertenencia.
Los Maories son un pueblo que ama la naturaleza, considera sagrada la tierra y a cuantos seres habitan en ella. A la llegada de los europeos, los Maories comienzan a compartir sus territorios; los inmigrantes, por su parte, se van apropiando de los mismos mediante la compra y la expropiación. Frente a este dato, tenemos que considerar que para el pueblo maori de la época, la idea de comprar o vender tierra, era algo que se les escapaba, no consideraban la tierra como pertenencia.
Cuando el pueblo maorí es consciente de los engaños y observan la destrucción y el maltrato a la tierra a la que tanto aman, por parte del pueblo invasor, comienzan los enfrentamientos; destacando la existencia grupos extremistas.
Las protagonistas, Lili, Carol y Mara (hijas de Ida y Cat) se ven envueltas en la búsqueda de oro y las luchas por la tierra. Viven de primera mano los conflictos, la pobreza y la destrucción generada por la fiebre de oro y de nuevo la lucha por seguir adelante, a pesar de las dificultades.
Por otro lado vuelve Frank y su particular modo de ver el mundo se ve sacudido por la realidad.
Cuando el pueblo maorí es consciente de los engaños y observan la destrucción y el maltrato a la tierra a la que tanto aman, por parte del pueblo invasor, comienzan los enfrentamientos; destacando la existencia grupos extremistas.
La leyenda de la montaña de fuego.
¿Os imagináis que dos montañas desaparecen tras un terremoto? ¿Hundirse de repente? ¿Quedar convertidas en un lago?
La segunda novela de esta trilogía gira entre el hundimiento de las White y Pink Terrances y los enfrentamientos entre Maories e invasores, como hechos históricos verídicos.
La cultura europea y americana, corrompe a los maories, cuyos pueblos entran en decadencia.
Los protagonistas de esta última novela intentan salir adelante mediante sus propios medios, luchando por un porvenir.
Entre ellas, el personaje que más me marcó fue March, la cual vive de forma muy cercana la industrialización, con sus luces y sus sombras.
La trama hace giños a la situación de la mujer en el mundo laboral y nos muestra la cruda realidad de la Revolución Industrial.
El trato del trabajador como una simple máquina, un objeto de usar y desechar, en pos de los beneficios... una realidad tanto en el pasado como en el presente.
Al leer este libro no pude dejar de recordar a las personas esclavizadas en algunos países subdesarrollados y al sector obrero olvidado de los países desarrollados, donde se dan más horas de la estipuladas en los contratos, menos sueldo del debido, menos horas contratadas que las reales trabajadas
y todo bajo el yugo de un "patrón" que grita para que el trabajo salga más rápido. Y si, eso ocurre en 2018 en España.
Los protagonistas de esta última novela intentan salir adelante mediante sus propios medios, luchando por un porvenir.


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